¡DEADWOOD ALLÁ VAMOS!
- Vanessa Pesqueira
- hace 3 días
- 3 Min. de lectura
Actualizado: hace 2 días

Viajar es más que ver lugares de interés turísitico, se trata de un cambio que continúa profundo y permanente en las ideas de la vida. Miriam Barba.
Dejamos el condado de Brule con la promesa de regresar a ver a Dignity iluminada por la noche, algo que lamentablemente no conseguimos durante nuestro viaje. Tomamos nuevamente la interestatal 90 qué nos llevó al condado de Lawrence en el alrededor de 4 horas. Nuestra misión: ir en búsqueda de DEADWOOD, una ciudad sumamente pequeña con alrededor de 2 mil habitantes. Queríamos aprender sobre sus orígenes y disfrutar, especialmente Geso de experiencias que lo remontarán al Viejo Oeste, algo que Deadwood ofrece por medio de museos, recreaciones de hechos históricos con artistas locales, salones con espectáculos western, pequeños conciertos, recorridos por una antigua mina y caminatas en sus calles.

Lo confieso, soy cero Western Team, pero amo a este hombre que disfruta tanto la atmósfera del Wild West ¡y me encanta verlo feliz! Mientras él entra en Western Mood, yo disfrutaré Deadwood a mi manera, me echaré un chapuzón a su historia, disfrutaré de su naturaleza que como ven en las fotos, desde el momento en que llegamos tuvo una pinta hermosa, buscaré rincones lindos para llenarme de paz en una ciudad que parece ser bastante tranquila y probaré su gastronomía porque saben que somos foodies a morir en este blog. ¡Así que Deadwood allá vamos!

Hablemos un poco de sus orígenes. Deadwood nació en 1876, en la época en la que la fiebre del oro, movilizó a miles de personas en su búsqueda. Un día hubo un descubrimiento asombroso y triste, una enorme cantidad de árboles muertos al lado de un arroyo que estaba lleno de oro, justamente de ahí viene su nombre, de todos los árboles que murieron a costa de encontrar el oro y así comezó la vida en Deadwood. Además, contaba también con los yacimientos de oro ubicados en las montañas de Black Hills, por lo que Deadwood rápidamente creció.

Pasó de ser un asentamiento con cobertizos provisionales a la construcción de casas de madera, prosperando velozmente, dando lugar a un poblado cuya función era albergar a personas que se encontraban de paso. Sin ser una ciudad constituida aún, se regía como pueden imaginar, bajo sus propias reglas, convirtiéndose en un lugar sin ley. Fue el lugar ideal para forajidos, pistoleros, apostadores y buscadores de oro. Surgieron grandes leyendas que son narradas hasta el día de hoy.

Inicialmente, la economía se sustentaba en el trabajo de los hombres empleados para la extracción del oro. En julio de 1876, 20 millones de dólares fueron extraídos de las minas de Black Hills El dinero que obtenían por su trabajo era invertido en los juegos de apuestas, en sus salones de cantina y en todo lo relacionado con diversión que agradecían tras sus duras jornadas laborales. Años más tarde, con la llegada del ferrocarril Deadwood creció aún más y su fuente de ingresos se mantuvo hasta que la minería fue en declive.

Cuando la minería careció de importancia, Deadwood dio un giro apostando por su historia, trayendo su pasado al presente. Hemos de contarles chicos, que lo hace con total acierto. En la actualidad es una ciudad dedicada a revivir la época del Viejo Oeste con actividades inmersivas que atraen al turismo a la región. Su impacto ha sido tal, que fue nombrada en 1964 como sitio histórico nacional de los Estados Unidos.

Fue justamente eso lo que nos llevó varios días a hacer de Deadwood nuestro hogar temporal. Lo recordamos con mucho cariño y compartiremos con ustedes en diferentes posts lo que vivimos en este lugar que parece formar parte de un bucle del tiempo. ¡Les dejo un abrazo enorme y nos vemos en la siguiente entrega! ¡Yahoooooo!
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