¿CÓMO RESPONDE AEROMÉXICO ANTE UN VUELO CANCELADO?
- Vanessa Pesqueira
- 27 jun
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 1 ago

Los viajes no solo te llevan a lugares nuevos, te llevan a versiones nuevas de ti. Anónimo.
En nuestro viaje más reciente a Disney World vivimos algunas peripecias para llegar a nuestro destino debido a la cancelación del vuelo que nos llevaría a CDMX para desde ahí volar directamente a tierras mágicas. Y como de todo se aprende, creemos que compartirlo les permitirá saber, en caso de volar en Aeroméxico, cómo responde ante un vuelo cancelado y quizás lo más importante, hacer visible que los viajes no siempre son perfectos, que pueden surgir diferentes contratiempos y que lo importante es cómo eligimos responder ante ellos.

Nuestro vuelo de conexión al ser nacional, nos permitió llegar con una hora de antelación al aeropuerto alrededor de las 9 de la mañana. ¡Nos alegró tanto encontrarlo con poca afluencia de personas! Ambos comentamos que iniciábamos el viaje con el pie derecho. Fuimos directo al punto de seguridad gracias ha que habíamos realizado el check in en línea un día antes. En un santiamén estábamos cómodamente sentados en la sala de espera, Geso con un café en mano y yo increíblemente emocionada porque nos quedaríamos por primera vez en Disney's Coronado Springs un hotel propiedad Disney que desde nuestro viaje anterior deséabamos conocer.
Si tienen tiempo leyéndonos, saben que viajamos ligero. Apostamos desde hace varios años por llevar solo equipaje de mano, nos permite movilizarnos rápido ¡y eso es algo que amamos! Tras la pandemia, los vuelos han sido sobre vendidos y con ello, las aerolíneas ofrecen a quienes deseen documentar sin costo alguno, incluso el equipaje de mano. Contrario a muchos viajeros, nosotros invariablmente aceptamos la oferta porque nos lo entregan hasta nuestro destino final y eso nos deja con manos libres, solo llevamos nuestra Loungefly (mini mochilas inspiradas en la cultura pop como personajes de Disney, Marvel, Star Wars e incluso series) con nosotros.
El avión despegó, teníamos aproximadamente 10 minutos en el aire cuando el piloto abrió la comunicación para informarnos que había un problema con uno de los motores y que por seguridad regresaríamos al Aeropuerto. El trayecto de regreso fue en medio de una atmósfera de incertidumbre, temor y silencio total. Aterrizamos y de inmediato se comunicó el piloto para decirnos que permanecieramos en nuestros asientos mientras el equipo técnico subía a revisar el avión. Estuvimos poco más de 20 minutos en los que se escuchaban las llamadas de los pasajeros avisando del suceso, se veían las pantallas de los celulares activas enviando mensajes de texto y el crew de Aeroméxico nos atendió amablemente ofreciéndonos alguna bebida o snack. Finalmente el piloto nos indica que descenderíamos para recibir la info sobre cómo la aerolínea respondería ante este contratiempo.

Ingresamos de nuevo a la sala de espera y había un caos total. La info caía a cuenta gotas y por sentido común, los pasajeros comenzaron a formarse en la puerta de embarque de la que salimos al inicio de esta aventura. Algunas personas dejaron la sala de embarque para irse directamente al front desk de Aeroméxico. El tiempo pasaba y temíamos perder nuestro vuelo a Orlando, porque finalmente éste, era un vuelo de conexión. Decidimos ir a recoger nuestro equipaje de mano previamente documentado e intentar volar de inmediato a la ciudad de México en cualquier otra aerolínea.

Corte A fue imposible. Sin embargo, tenemos que decirlo, Aeroméxico se organizó. Avisó que un avión venía al rescate desde el aeropuerto de la CDMX. Lamentablemente el arribo era hasta las 4 de la tarde, lo que se traducía en 5 horas de espera pero nos daba la posibilidad de salvar nuestra conexión. Abrió tres zonas de embarque con personal para atender a cada caso de acuerdo a sus necesidades. Además les dio la posibilidad a los pasajeros que así lo desearán, de pasar la noche en la ciudad y salir al día siguiente a primera hora, cubriendo por completo el hospedaje y alimentos de ese día. Nosotros optamos por salvar nuestra conexión. El crew de Aeroméxico hizo hasta lo imposible por llevarnos incluso a otro punto de conexión para de ahí llegar a nuestro destino final.

Su recomendación fue tomar el vuelo de rescate hacia la ciudad de México, descansar, dormir, cenar y al día siguiente salir en el primer vuelo directo rumbo a Orlando. Aeroméxico corrió con todos los gastos del hotel, nos entregó vales personales para alimentos por 2 mil 800 pesos mexicanos y accedió a cambiarnos el vuelo de regreso sin costo alguno, lo que nos permitió compensar el día perdido en nuestro viaje. Elegimos el hotel Camino Real que oconecta por medio de un puente cerrado con el Aeropuerto Internacional de México. Se trata de un hotel 4 estrellas, con un personal con un excelente trato, un menú delicioso en sus restaurantes y que además, ofrece un shuttle desde y hacia al aeropuerto, aún así se debe cruzar el puente de conexión.
Por supuesto perdimos la primera noche en el Disney's Coronado Springs, con unas horas de anticipación ya no se podía hacer absolutamente nada. Sin embargo, por asesoría de nuestro agente de viajes (y un querido amigo) Fede Argar hicimos check in en línea lo que hizo que a nuestra llegada nos dirigiéramos directamente a nuestra habitación sin necesidad de pasar a front desk. Vivimos una ruleta de emociones y un cansancio brutal, pero no dejamos que nada de lo que pasó afectara nuestro viaje. Lo asumimos como una experiencia que estaba fuera de nuestro control, agradecimos la respuesta de Aeroméxico, el tener a Fede en comunicación continua y estar juntos.
En la vida lo que nos define es cómo afrontamos los acontecimientos que nos presenta y hacerlo con sentido del humor, aceptación y tolerancia hacen la diferencia. ¡Les dejo un abrazo con todo mi cariño y nos vemos en la siguiente entrega!
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